Partido gol a gol en el que pasar por mitad de cancha fue más difícil que llegar a fin de mes, una odisea con una peculiaridad, intenso como café de ómnibus de larga distancia y alguna achura. El resultado pudo ser para cualquiera y si bien uno fue más colectivo, el otro sacó mayores ventajas desde lo individual y al fin de cuentas se luchó hasta el último suspiro.

Chicos de Barrio intentó por todos los medios y de manera colectiva conquistar terreno contrario y lo hicieron bien hasta que el rival sacó ventajas y se cerraron atrás.

El Kal cuando no puede jugar o no salen las cosas cuentan con una capacidad individual capaz de desarticular y abrir cualquier defensa y una vez con ventajas saben cuidar el marcador con el sacrificio de todos y un par de contras de la muerte.