Inteligente desde todo punto de vista fue el planteo de Locura que en el mano a mano, jugador por jugador podía hacerle frente a Olvidate, pero como conjunto se le iba a complicar. Atorados, sin conexiones y con mucha presión Locura ahogaba a los verdes y buscaba que se equivoquen, que fallaran y que no pudieran resolver el juego con 5 que muchas veces propone el tricolor. Sin embargo el gesto adusto y la paciencia siempre fue la característica de un equipo que sin uno de sus baluartes se apoyó en los goles del banco. Paciente y sin prisa como albañil que pica poco a poco una pared fue minando el planteo rival, que con el cansancio se hizo difícil de mantener, y voilá tres puntos.