El promedio da más de un título por año en 16 años de historia.

En el vasto y apasionado mundo del fútbol amateur, pocos nombres resuenan con la fuerza y la permanencia de Jogo Bonito. Desde su fundación en 2009, este equipo no solo ha escrito su historia en las canchas de Depoencuentros, sino que ha tejido una narrativa de lealtad, perseverancia y, sobre todo, una amistad inquebrantable. A lo largo de los años, han demostrado que el verdadero espíritu del juego va más allá de los títulos, aunque de eso, sin duda, saben mucho.

El reciente triunfo, que los consagra con su décimo séptimo título al levantar la Intertotos Cup, es más que una simple victoria. Es el clímax de una odisea que se extiende por más de una década, una prueba de que la constancia y el amor por la camiseta pueden superar cualquier desafío. Cada partido, cada entrenamiento y cada risa compartida han sido los ladrillos sobre los que se ha construido este imperio, cimentando una leyenda que inspira a todos los que pisan el césped de la liga amateur.

Sin embargo, esta conquista no sería tan épica sin el protagonista de un hito que probablemente no tenga parangón. La final de la Intertotos Cup también marcó el partido número 500 de Rodrigo Busto, el máximo goleador histórico del fútbol amateur. En un destello de pura magia, Rodrigo no solo celebró medio millar de encuentros, sino que también selló su gol número 900, una cifra que lo eleva a la categoría de ícono, un verdadero coloso del gol en la historia de la humanidad. Su carrera es un testimonio viviente de dedicación, talento y una sed de gloria inagotable.

Jogo Bonito no es solo una colección de jugadores; es un legado, un recordatorio de que las grandes hazañas no siempre ocurren bajo las luces de los estadios profesionales. Ocurren en el corazón de un equipo que juega con el alma, que honra el pasado y celebra cada presente. Que este título, y todos los récords alcanzados, sirvan como un merecido homenaje a los años de esfuerzo, a la hermandad que los une y a la pasión que han compartido. ¡Salud, Jogo Bonito, por la leyenda que son! FELICITACIONES CAMPEONES