Parne llegaba puntero, firme, sabiendo que cada fecha pesaba como una final. Enfrente estaba Cronos, que arrancó el fin de semana con la chance de pelear la punta… pero la derrota del sábado ante Jogo Bonito les sacó el alma. Ese golpe les cambió el guión, les volteó el envión y transformó lo que podía ser una lucha por el liderazgo en un partido cuesta arriba desde el minuto cero.

Y ahí Parne no falló: 5-1 contundente, sólido, claro, sin darle ni un respiro al tercero del campeonato.
Zorzoli, imparable, metió tres pepas. Y Bavio, el 10, jugó un partido perfecto, de esos que marcan diferencia. Hay una jugada que explica todo el partido: intercepta un balón largo, la baja en campo propio, encara con clase, arrastra dos, tres rivales, sigue, llega al borde del área y mete un pase-puñalada. Un tomá y hacelo servido en bandeja para un Zorzoli que define y después festeja estrechando manos con su socio, el conductor de todo. Golazo, de los que quedan.

Cronos, golpeado emocionalmente, no pudo ser ese equipo que llegó hasta acá con aspiraciones enormes. Tenían a todos sus cracks, pero no consiguieron mostrar su mejor versión. La doble fecha les jugó en contra: lo que podía ser un fin de semana decisivo por la punta terminó siendo un frenazo inesperado. Aun así, fue un gran año —o mejor dicho, un gran cierre de año— para el conjunto de Ayrton Montenegro, que ahora apunta a recuperar a Gonza Villarreal, otro nombre pesado que puede volver a darle identidad.

Así, con autoridad y carácter de líder, Parne Kipada se impuso 5 a 1 y sostuvo la cima como un equipo que sabe que depende de sí mismo para quedarse con todo.