Partido vibrante y enérgico desde el primer toque, con cada jugada cargada de intencionalidad y un deseo inquebrantable de ganar. Un verdadero vendaval de fútbol entre dos equipos que se conocen a la perfección, como viejos duelistas que anticipan cada movimiento del otro. El balón volaba de pie en pie, en transiciones rápidas y con interpretaciones tácticas de alta escuela. No faltaron los goles de factura exquisita y las jugadas de lujo, pinceladas de arte que levantaron sonrisas entre los presentes.
El factor determinante: una figura que eclipsó a todas las demás, fue sin duda Lautaro Viz, el goleador del torneo. Su actuación fue sencillamente descollante: no solo anotó cuatro goles que destrabaron el encuentro, sino que también demostró un compromiso total con el equipo, colaborando incansablemente con varios quites decisivos. Fue una exhibición de talento ofensivo y sacrificio defensivo que lo coronó como la estrella de la jornada. Gracias a su contribución estelar y a la solidez de su equipo, el campeón logró una victoria contundente ante un adversario que, a pesar de hacer bien las cosas y plantear un digno desafío, no pudo contener al rompe redes del Ap. 2025.