Partido dinámico, de ida y vuelta como sonajero de wacho al borde de una cuna donde todo pende de un hilo; y sí, porque al definirse por la mínima, un detalle fue decisivo y cambiante en una historia donde primó el vértigo. En conclusión, las hipótesis de algún tipo de desarrollo del juego, simplemente pueden refutarse por un error, una finura o particular jugada que pudo cambiar el desenlace de una contienda que se definió por la mínima. Ganó el que se confundió menos.

Barba Guerra debió construir jugadas y llegar al gol por méritos mientras que Allax abrió un par de regalitos que fueron decisivos en el resultado final. Los piratas le dieron un lateral al 10 Holandés Colle que definió fácil con un arquero sorprendido. En el complemento, cuando parecía todo más ajustado, otra vez, mal pase centrado, el uno fuera del arco y gol fácil. Detalles, errores, capitalización pequeñas cosas que inclinaron justamente el marcador final.